ALGUNOS OTROS MONTAJES ESCÉNICOS DE LAS CUALES SOLO SE CUENTA CON LIMITADA DOCUMENTACIÓN

La Historia de Colacha Cruz :(Para títeres y actriz, montada con el grupo "Bambu",  Tegucigalpa, 1999)







Karla Núñez










"La Empresa Perdona un Momento de Locura" (Del dramaturgo Venezolano Rodolfo Santana) Tegucigalpa, 1996. Patrocinada por el Comité Hondureño de Derechos Humanos.








Nota en el Programa  (Observaciones Teóricas)


Rafael Murillo Selva














Los comentarios y criticas sobre este trabajo escénico y publicadas en los medios de información se han extraviado; sin embargo, podemos afirmar  que todos coincidían en destacar la "extraordinaria actuación" tanto de Napoleon Pineda como de Karla Valenzuela.

La Obra En Venezuela 

fuente: http://www.alternativateatral.com/obra20519-la-empresa-perdona-un-momento-de-locura






La empresa perdona un momento de locura" de Rodolfo Santana, cuenta la historia de Orlando Núñez, un obrero que, de manera ejemplar, trabaja en una fábrica metalúrgica desde hace más de 20 años. En todo ese tiempo nunca faltó a su trabajo; envejeció con la fábrica, la que vio crecer desde sus inicios.
Un día, mientras enseña a trabajar a un joven aprendiz, ve como una troqueladora le agarra la mano y se la destroza. Este hecho hace que Orlando “enloquezca”, empiece a golpear las máquinas y a gritar contra la fábrica, sus ruidos, sus jefes. Orlando se vuelve “loco”.
La obra se inicia cuando después de ese hecho, la psicóloga de la empresa entrevista a Orlando para conocer las causas que originaron ese desproporcionado comportamiento.
A través de la entrevista nos vamos introduciendo en el mundo de Orlando, su manera de vivir, su familia, su filosofía ante la vida, sus temores… y también descubrimos los verdaderos y profundos motivos que hicieron a su desmedida reacción.
En contraposición, irán surgiendo los ocultos intereses por los que la empresa lo convocó a ese encuentro profesional.
La obra se transforma en un verdadero enfrentamiento entre un humilde trabajador y la representante de la empresa para la cual trabaja. Así, la desigualdad de fuerzas existente surgirá feroz y decisiva.
El final tan inesperado como conmovedor, despertará al más adormecido sentido crítico e invitará inexorablemente a la reflexión y el debate.




La Olla (de Plauto): Obra Teatral del siglo III (2002)




En la plaza de las banderas Universidad Pedagógica (Tegucigalpa)

Funcion realizada en los jardines de la casa de Silvia Orellana Mercado y Ramiro Lozano en el Zamorano, Tegucigalpa





Comentario

Resurgimiento del Teatro Universitario(Tegucigalpa, noviembre 2002)


Emmanuel Jaen

La Olla del autor latino Plauto es la primera obra de la naciente Compañía de Teatro de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán. La U.P.N. dio inicio este año y con esta comedia clásica a otra etapa de actividad escénica hacia la comunidad estudiantil y nacional. En décadas pasadas en la otrora Escuela Superior del Profesorado “FRANCISCO MORAZAN” la creación del grupo TESPIS permitió una presencia artística dentro y fuera de los recintos académicos, esta actividad perduro de 1961 a 1980 bajo la saga de directores y creadores como Andrés Morris, Eduardo Bahr, Belisario Romero, Rene Reyes, Mauro Mac Carthy y Saúl Toro. En aquellos años las obras presentadas fueron piezas cortas como los Entremeses de nuestro escritor universal Miguel de Cervantes Saavedra o El monte calvo de Jairo Aníbal Niño. En la actualidad la creación de la Compañía de teatro obedece a un renovado concepto sobre el papel cultural que desempeñara la UPN y el arte escénico en el ámbito educativo nacional. Su actual director es el teatrista centroamericano Rafael Murillo Selva.

El montaje La Olla, puesta en escena de la Compañía de teatro de la U.P.N. posee la factura para representarse tanto en espacios abiertos como cerrados. Se insiste en la creación de máscaras faciales por ello, la expresión corporal, así como la gestualidad de los personajes se tornan fundamentales para el fuego escénico. Predomina un sentido lúdico, un fuerte y preciso ritmo a través de salidas y entradas rápidas ubicadas en diversos puntos del escenario. El tono en farsa –como corresponde-, produce una versión ágil y fresca donde no se obvian detalles en aspectos como la voz, el vestuario, el peinado y los objetos de utilería para la materialización de personajes antagonistas y protagonistas. Elemento a destacar es la veracidad del vestuario y el maquillaje. La actuación prescinde de elementos extra corporales, por ello, los interpretes deben dar todo de si. Destaca en particular el trabajo interpretativo de José Luis Recinos y Mariela Zavala.  

Pese al tiempo que nos separa entre su escritura y la época actual, es notable el enredo desarrollado en la trama de la obra, este, fue un aspecto muy apreciado en el dramaturgo por el público romano, sin embargo, La Olla no es una simple comedia de divertimento y enredo. es cierto que Plauto y su público fueron poco amantes de la agitación telúrica y dramática muy al gusto de los griegos. Por analogía, los trazos de una sociedad e individuos que sobrevaloran  el poder y la riqueza yacen en esta obra cuyo temática nos presenta la vida privada de los ciudadanos romanos a través de personajes arquetipos como el avaro, el esclavo intrigante o la doncella burlada; personajes que siglos más tarde y siempre en la Europa juglaresca, creadores de la Comedia del Arte- y posteriormente autores franceses como Moliere- volverán a recrear para mostrarnos en escena la avaricia, la hipocresía –y por supuesto-, la eterna estupidez humana.

Plauto no se explica sin los antecedentes de la Nueva comedia griega o por Menandro quien incorporo esta tropa de personajes urbanos que participa de los mitos áticos sin la rigidez de los trágicos helenos. El humor de Plauto es grotesco, a menudo pesado; en este aspecto el montaje de la compañía de la U.P.N acierta al presentar personajes sin ninguna afectación. La obra muestra humor sin el trillado recurso de la obscenidad gratuita o la imagen burda, y sin embargo, los personajes no dejan de tener cierto sabor de extrañamiento y frescura. La dirección corresponde en este primer montaje a la compañía de la U.P.N. al director Rafael Murillo Selva y Fredy Ponce, ex-alumno del desaparecido maestro español Santiago Toffé.
Es necesario que este primer montaje rebase las representaciones para los estudiantes de la U.P.N. y llegue a estudiantes del interior de la república; con el propósito de extender el teatro universitario a las instituciones de segunda enseñanza. En una época como la nuestra donde el arte no es moneda de cuño, ni la cultura posee el brillo del oro; La Olla de Plauto insiste en mostrar el fetichismo del dinero, la irracionalidad y banalidad de la conducta humana frente al oro; deidad de todas épocas , única realidad inmanente que proporciona sentido  y felicidad a la existencia de hombres y mujeres vacíos de todas las edades . pese a que la obra carece de un final, los miembros del TESPIS sugieren epilogo justo. Es una obra que debe verse sobre todo hoy, cuando una comedia facilista, clava o surge un gusto vulgar entre el público hondureño. El teatro precisa de responsabilidad y respeto hacia la audiencia. El otro, el sub-arte, sigue tan alejado de la función creadora y educativa, o del sentido estético que posee la cultura en cualquier nación. 





… Y NO APRENDIMOS LA LECCION (2000) CREACIÓN COLECTIVA, CON EL GRUPO TEATRAL “REVENTADOS” DE LA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL




Esta pieza  se estrenó en el Teatro Nacional de Tegucigalpa. La representación estuvo a cargo del grupo “Reventados” de la Universidad Pedagógica Nacional con el siguiente reparto:

Elenco

Magda Rivera
Lizeth Ordóñez
Miriam Trimio
Delia Salgado
Felipe Acosta
Yoalmi Ramírez
Sagrario Igler

Créditos

Dirección: Rafael Murillo Selva
Producción: Felipe Acosta

Diagramación Afiche y Programa: Ediciones A.G.M.




Montaje en Brasil (2002): (En la ciudad de "Juiz de Fora")
















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