Los guiones que
se presentan en este texto son el resultado de montajes realizados, en creación
colectiva, por elencos bastante diferenciados.
En el primero se trata de uno armado con personas que suelen llamar
“especiales”, afectados por el síndrome de “Down” quienes por ese entonces
habitaban en el sector sur de la ciudad de Bogotá, el segundo se agrupo con señoras
jubiladas cercanas , varias de ellas, a
la “cuarta edad” residentes en diferentes barrios de la ciudad de Tegucigalpa.(introducción anteriormente publicada)
El tercero lo fue con niñas y niños (desde los cinco a los once años) quienes residían en una
comunidad rural (san Juancito) ubicada a 38 km al noreste de la
capital de honduras.
Producto de estas experiencias tan disimiles, en
apariencia, han surgido reflexiones y resultados, que el conocerlas podría ser de interés para
el eventual lector. Se trata de lo siguiente:
PEPITO, RAMONA Y MISIFÚ: UNA
HISTORIA DE AMOR (2007)
GUION EN Dos
Actos y Cinco Escenas PRESENTACION
Sirviendo un cargo diplomático de la embajada de
Honduras en la república de Colombia en una ocasión me encontré conversando con
la doctora Lina María Moreno Mejía
esposa de quien fuera en ese entonces presidente de esa república. La
plática derivo sobre asuntos de la cultura y específicamente sobre lo que se
suele llamar, en estos tiempos, arte comunitario. La doctora se encontraba
acompañada por el director de una asociación la cual se ocupaba de trabajar con
personas afectadas por el síndrome de “Dow” y a quienes se les llamaba, (por ser peyorativo, se decía) no
discapacitados si no “personas especiales”.
El director me pregunto si yo en tanto que diplomático podía
colaborarles en el empeño de mantener activa una asociación o fundación la cual
venía trabajando desde hacía un buen tiempo
con “personas especiales”. Respondí que como misión diplomática de un
país de tan limitado de recursos como el nuestro encontraba difícil poder
aportar recursos económicos pero que yo, en mi carácter personal podría ofrecer
mi colaboración en caso que fuese útil. Entiendo qué usted es además teatrista
pregunto la primera dama. Si conteste. En ese instante hubo cruce de miradas
entre ambos ¿y en ese campo no nos podría echar una mano prosiguió? Como casi
siempre, sin medir las consecuencias de lo que hago y digo, cuando del lenguaje
del corazón se trata, y sin haber tenido la más mínima experiencia ni
conocimiento sobre cómo había que hacer
acepte el reto de dirigir un “acto” artístico cuyos ejecutantes serian
“Niños” y “Niñas” con padecimientos del síndrome mencionado .El atrevimiento me
llevo casi un año de trabajo. Por las mañanas
cumplía con mi labor asalariada y
por las tardes me quitaba el disfraz de
la vestimenta diplomática e iba a encontrarme
con mi nuevos amigos y amigas para
así cumplir con el compromiso asumido de manera absolutamente voluntaria
lo que equivale a decir no gratificado
pecuniariamente , aunque vastamente rico
en aprendizaje y experiencia.
La escena como “médium”
Al final de la representación de “Pepito Ramona y Misifu: Una Historia de Amor” la reacción del público bogotano fue tan inusual como la obra misma. No se esperaba ese tinte purificador en un público generalmente crítico y conocedor, al cual no es frecuente arrancarle emotividades desbordadas. Pero así fue: al tiempo que se levantaba y aplaudía derramaba lágrimas a moco tendido, sin contención, sin rubor.
Al subir al escenario al momento de felicitar, ciertos de ellos y ellas, señalaban, incluso, que lo que habían presenciado parecía un milagro. En efecto, todo permitía indicar que lo que se produjo esa noche en la sala Sequi-Sano de la corporación colombiana de teatro, contenía acentos de misterio.
Difícil creer (yo mismo lo dudaba) que esos rápidos cambios de situaciones, de entradas y salidas al momento, de cambios de vestuarios casi corriendo, de cantos y bailes diferentes ligados a diálogos fluidos y continuos, pudiesen ser asumidos, actuados, con la articulación adecuada, por personas de las cuales, eso se dice, carecen de la capacidad de concentrarse siquiera por un segundo de tiempo. Sin embargo, la historia fue narrada durante hora y minutos, desde sus inicios, desarrollo y final con una coherencia tal que abonaba, ciertamente, a creer que lo que se había presenciado esa noche sobre la escena era inexplicable para una razón “normal”.
Que habrá sido, me pregunto ahora ¿lo que impulso a esos seres “especiales” a que sus lianas anímicas creativas emergieran desde las sombras del “alma” hasta la luz?
Podría soltar, para el caso, explicaciones técnicas: que de lo colectivo; que de la carga psicoanalítica que podrían tener las herramientas teatrales, que de lo fraternal y amoroso, que lo del método adecuado, lo de la persistencia y convicción etc. Todo ello necesario, cierto, pero no suficiente para entender, en este caso, lo sucedido. Y es que también el “performance “escénico en sí mismo, y en ocasiones puede arribar a esa cima la que tanto soñó Antonin Arteaud poder alcanzar: La escena catar quica y ceremonial. Esa que hace soltar desde adentro, desde lo profundo, energías, “razones” y emociones que hasta ahora permanecen en el limbo de lo inexplicable.
En Cartagena de Indias
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En el
marco del Festival Artístico de
“personas especiales”. Noviembre 2008 en Bogota.
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Se inicia bailando
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Las
noticias y después la telenovela
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Pepito y Ramona
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Ramona cocina, misifu le colabora
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FICHA TÉCNICA
Texto y Dirección Escénica:
Rafael
Murillo-Selva Rendón
Producción Ejecutiva:
Ana Milena
Taborda
Diseño de iluminación, escenografía,
vestuario y musicalización:
Lina Marcela
Garzón
Asistente de Dirección Escénica:
Felipe Rendón
Asistente General:
Sergio Camargo
ELENCO:
Pepito:
Luís Eduardo
Galvis
Ramona:
Martha Puentes
Madre:
Sandra Rojas
Padre:
Miguel Camacho
Misifú:
Darío Becerra
Periodista / Dolly:
Blanca Rodríguez
Veterinario/ Protagonista novela:
Rafael Acevedo
Perro Bravo:
Alejandro
Camargo
Amiga:
Beatriz Ramos
VECINA 1-2 Y 3 –
PARIENTES Y AMIGOS DE QUIENES INTEGRARON EL ELENCO.
La Reina Malvada* (1988)
* Creación colectiva del grupo “la
Cantera” conformado por infantes (as) de la comunidad rural de San Juancito presentada en el mes de Febrero de 1989.
El penetrante razonamiento de los niños y las niñas de una comunidad rural
En una ocasión se celebró en la ciudad de Tegucigalpa un festival de teatro infantil. Nuestro grupo “la cantera” fue invitado a participar. Las obras serian premiadas y para ello se formó un jurado. Entre los miembros de este se encontraba un señor español cuya compostura hacia enormes esfuerzos para parecerse a salvador Dalí: poblados bigotes con sus puntas dobladas hacia arriba, cabellera semialmidonada, rostro semiovalado, cejas pobladas, mirar burlón y suficiente, aunque aparentemente complaciente. A su lado, un bastón y ademanes copiados al estilo del maestro surrealista.
Finalizada la presentación en la sala La Merced (que todavía existía) de Tegucigalpa el señor en cuestión se me acerco y con palabras ademanes y sonrisas de quien que pretende conocerlo todo. Me dijo: “esa obra está muy ideologizada los niños y las niñas no piensan así. Usted la ha dirigido con intención política y no es conveniente que desde esa edad la niñez aprenda esas cosas”. El salvador Dalí en cuestión continuo más o menos así”: “la vida de los niños es sueño, imaginación desbordada, subconsciente de colores y armonías que poco tienen que ver con eso que se mostró en la obra. Guarde silencio frente a los bigotes con puntas torcidas hacia arriba, y hacia los ojos saltarines y burlescos; no respondí al comprender que me encontraba no ante un ser humano sino frente a una caricatura.
A pesar de esto, a la obra, quizás por la actuación de los niños y niñas que fue magistral, se le otorgó uno de los premios.
“La Reina Malvada” y “Derecho a la vida” fueron creadas mediando procesos colectivos. ¿Creación colectiva con niños y niñas de esa edad y cuyos temas abordan problemáticas de derechos humanos y de clases sociales en conflicto? Explíquese podría demandar el eventual lector. Pues bien, tratare de hacerlo:
Cuando se arma una obra en la que quienes participan la asumen como algo suyo, las opiniones que se vierten van a su vez estimulando el pensamiento y la creatividad de quienes se involucran .Y estas opiniones en el caso que nos ocupa fueron surgiendo de la experiencia vivida y razonada.
Se cree con frecuencia que los infantes no suelen pensar sobre el origen de las contradicciones dentro de las cuales viven. Basta escuchar atenta mente, sacarles de manera paciente, es decir no profesoral ni vertical, lo que suelen pensar sin decirlo, quizás por miedo, para enterarse que sus razonamiento van más allá o más acá de los cuentos infantiles que suelen invadir sus mentalidades en una cultura en la que generalmente se cree que lo se debe es “hacerles soñar”. Y así, se les inunda de cuentos de hadas de colores vistosos, de reyes y reinas, de nobles caballeros y purísimas damas, del mal y del bien abstractos e idealizados y de otras historias con las que se pretende hacerles dormir. Y efectivamente, así podría ser, aunque no totalmente, para quienes pertenecen a cierta clase social, en la que se tiende a encubrir la “mera” realidad con el fin de no afectar con ella el crecimiento “amable” y dulce de sus vástagos. Esto por supuesto, no es del todo inestimable, pero en el caso para quienes su vida no es tan “soñadora”, gradualmente se va entendiendo, al conversar, la profunda necesidad que les anima para hablar y entender sobre las razones de su condición social. En esa condición se encuentran también engarzados el afecto, la ternura, la gracia y hasta el “sueño” pero también, y sobre todo, la crítica
. Las historias contadas en estas dos obras surgieron y se inspiraron en las observaciones y criterios de niños y niñas cuyas edades oscilaban entre los cinco y nueve años ¿Cómo se puede plantear un conflicto de clases, satirizado, a través de la relación que se opera entre las gentes y los perros? O ¿entre el poder y sus súbditos?
Respondo así: la forma que se encontró para poder narrar se nutrió preferentemente en la misma que utilizan los infantes para contar, así como de su propia armazón textual, su imaginario, su manera de abordar. En este caso el acto se alimenta más, mucho más, de la acción y no del verbo., es decir una dramaturgia de la acción, o sea, aquella misma a la que los primeros griegos llamaron drama
Tal como fue surgiendo de las improvisaciones hemos decidido publicar este texto, haciendo caso omiso de “la belleza Literaria” pensando más en la oralidad y en el hecho escénico en sí mismo, que en los floripondios verbales que con frecuencia se le suelen adjuntar. Se pasó a la letra, en general, tal como se habla, con todas las incongruencias de las reglas gramaticales que esto pueda comportar.Sobre todo las relacionadas con los pronombres los cuales se luelen utilizar de manera indiscriminada
De igual manera sucede con el guion de…No Es El Final Del Viaje
En el caso de” El Derecho a La Vida”, solamente hemos podido conservar su versión radiofónica, la cual se trasmitió durante un buen periodo de tiempo en una importante cadena de Honduras. Es esta última la que se publica en este tomo
En el teatro la Cantera, Comunidad de San Juancito 1988 |
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LA CANTERA DE SAN JUANCITO
Por la profesora Sayda Castañeda
(….) Atraído por las verdes montanas (de
San Juancito) y el clima fresco del lugar, el escritor Rafael Murillo Selva,
director de teatro y con mucha experiencia en ese campo dirigiendo varias obras
a nivel mundial, se radico en San Juancito.
Como una forma de insertarse en la
comunidad, nace la idea de formar un grupo de teatro infantil, al que llaman
“La Cantera”. El grupo se fundó en 1989 con 12 integrantes, quedando en la
actualidad con solo seis.
En la casa que compra en ese tranquilo
poblado de calles angostas y empedradas, de topografía irregular, rodeado de
altas montañas y con un riachuelo de frías aguas que lo cruza, hace construir
un anfiteatro.
En ese escenario los niños, en edades
que van de 6 a 11 años, ha ido aprendiendo el arte de la actuación. Durante ese
tiempo han tenido varios maestros y no han contado con apoyo financiero de
ninguna institución estatal, solo de algunas personas amigas.
Para Murillo Selva fue la primera
experiencia con niños. Dice estar contento con el trabajo pues estos han
demostrado mucha disciplina, son muy juguetones, como todo niño, pero que
cuando toca trabajar lo hacen en serio.
La
Reina Malvada
La primera obra montada y representada
en el anfiteatro fue “La Reina Malvada”. Su argumento fue creación del
colectivo. Trata de una reina que sueña con joyas, regalos y con casarse con el
rubio presidente de la Rosario Mining Company, considerándose
“una noble de primera para un pueblo de tercera”, y quien no cumple sus
caprichos termina en el calabozo.
Esta obra enfoca la alineación de
que son objeto estos pueblos del tercer mundo, producto de las telenovelas y
del desprecio que sienten por los nativos,
prefiriendo al extranjero.
A la representación asistieron
habitantes del pueblo y visitantes de Tegucigalpa, quienes abarrotaron el
anfiteatro que se encuentra decorado con plantas, afiches de las obras
dirigidas por Murillo y premios obtenidos en diferentes festivales de teatro
que a los que ha asistido.
Quienes
Son
José Emilio, el más pequeño del grupo
aspira a ser periodista, de pelo lacio, ojos achinados, inquieto y afectuoso,
comenzó a actuar a los cuatro años. Tiene una capacidad asombrosa de memorización,
al punto que recuerda los parlamentos de
todos los integrantes.
Yessica es, a juicio de Murillo Selva,
una actriz nata. Puede caracterizar cualquier rol. Le gustaría ser “como las
que salen en las telenovelas”. Menuda, trigueña, delgada y vivaz, tiene mucha
facilidad de expresión corporal.
Ana Lizzette, Hansen, Oscar y
Nahúm, son el complemento del grupo.
Para ellos pertenecer al mismo les ha ayudado con su vida personal, ahora son
más comunicativos, se sienten importantes y han perdido la “vergüenza”.
Mantienen muy buenas relaciones entre
ellos, aunque algunas veces se pelean, como es natural, pero al rato vuelven a
jugar y a compartir sus actividades
Sus padres y maestros están muy
contentos con la actividad que realizan, apoyándolos e incentivándoles a que
sigan adelante y mejoren cada vez más.
Cuentan que en la escuela algunos
compañeritos los ven con admiración, aunque no dejan de haber quienes les
tienen envidia, pero ellos los invitan a que se integren al grupo.
Radioteatro
Con ocasión a la celebración del día del
niño, presentaron un radioteatro patrocinado por el comité para la Defensa de
los Derechos Humanos (CODEH), llamado
“Los Problemas de los Adultos y el Derecho a la Vida”. Habla de la
paternidad irresponsable y del derecho que tienen los niños a la educación,
salud, vivienda, pero sobre todo derecho a la vida.
Este mismo radioteatro fue presentado
como obra de teatro en el Gimnasio Nacional. Entre algarabías, brincos, bromas
cuentan que disfrutan mucho cuando salen de gira en algún lugar cercano,
sobretodo en Tegucigalpa, pues se hospedan en buenos hoteles y pueden “andar”
en ascensor y bañarse con agua caliente.
Les gusta hacer más
teatro que radioteatro pues los pone nerviosos hablar por micrófono, en
cambio en teatro están en comunicación directa con el público.
Teatro:
Una actitud critica
El maestro Murillo ve el teatro como
algo muy ligado a la vida misma, que contribuye a que los seres humanos sean
más abiertos, generosos democráticos, y que si esto no se logra, no se está
cumpliendo con el objetivo.
El teatro, al igual que la poesía y la
oratoria, orienta el pensamiento y estimula una actitud crítica y reflexiva, es
un medio de humanización y sirve para
despertar la conciencia de las gentes.
Esto es lo que Rafael desea con el grupo
de niños campesinos, humildes, hacer de ellos hombres con conciencia crítica,
que ayuden a transformar esta patria que necesita del concurso de todos.
Tegucigalpa
-1989
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