Sebastián goes shopping (1981)
(El público como actor y las iracundas reacciones de un público especial)
Posteriormente (1981) el montaje creado en Tegucigalpa fue tomado como base para el que se hizo con el “ The Bear Republic Theater” de la ciudad de Santa Cruz en California con el nombre de “Sebastián Goes Shopping”.
En esta ocasión se intentó (esta vez con profesionales) aplicar las líneas metodologícas que habían sido experimentadas con el elenco “amateur” de Tegucigalpa, lo que resultó, al inicio, algo traumático ya que a estos actores y actrices les resultaba difícil asimilar esos asuntos de la improvisación; de la creación colectiva, y sobre todo el sentido del juego que todo montaje teatral, a mi criterio, debe contener. Esto mismo demandaba un quitarse las máscaras o algo así como un desvestir el alma y retornar a las fuentes primarias y si se quiere infantiles del arte actoral. Tener o recuperar el sentido de asombro es casi un asunto de vida o muerte para el arte escénico contemporáneo. (Continuar Leyendo)
En esta ocasión se intentó (esta vez con profesionales) aplicar las líneas metodologícas que habían sido experimentadas con el elenco “amateur” de Tegucigalpa, lo que resultó, al inicio, algo traumático ya que a estos actores y actrices les resultaba difícil asimilar esos asuntos de la improvisación; de la creación colectiva, y sobre todo el sentido del juego que todo montaje teatral, a mi criterio, debe contener. Esto mismo demandaba un quitarse las máscaras o algo así como un desvestir el alma y retornar a las fuentes primarias y si se quiere infantiles del arte actoral. Tener o recuperar el sentido de asombro es casi un asunto de vida o muerte para el arte escénico contemporáneo. (Continuar Leyendo)
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